La gestión procesos se conoce también como BPM (Business Process Management), es una metodología que integra todos los procesos, los centros, las áreas y que tiene como finalidad generar valor. Esta metodología no solo mejora, sino que también ayuda a cambiar para alcanzar la excelencia, por ello es necesario contar con procesos estructurados, organizados, ordenados, responsables y que den respuestas a las necesidades de los usuarios y partes interesadas.
Cuando hablamos de gestión por procesos es importante tener claro qué compone cada proceso, que le aporta a la universidad, quienes son los responsables, que recursos utiliza y como sus actividades dan valor al desempeño organizacional.
El proceso se define como el conjunto de actividades que generan valor y del cual resulta un producto, por ello es importante tener claro que las actividades son todas aquellas tareas que generan valor, que transforman el producto o que permiten que se desarrolle un servicio. Estas no solo siguen una secuencia, sino que también se realizan de forma ordenada bajo el ciclo PHVA (Planear – Hacer – Verificar y Actuar) esta metodología que fue definida por el estadístico Edward Deming en los años 50 permite desarrollar las actividades de manera ordenada y estructurada siendo así el Planear el establecimiento de los objetivos y la identificación de los procesos de acuerdo a las políticas, el hacer todas las acciones necesarias para lograr lo planteado, el verificar es realizar durante un periodo los ajustes necesarios y regular lo que de ha planteado y el Actuar que permite realizar las mediciones, las correcciones y modificar lo que se considera necesario.